Fran Cobos - Osteopatia

Osteópata especilizado en el tratamiento del dolor orofacial y mandibular.
Tarragona
Barcelona

jueves, 4 de octubre de 2012

Comer no es sinónimo de nutrirse. La importancia de una correcta alimentación.



Muchas veces oímos que somos lo que comemos y lo que respiramos, y de hecho es verdad; a través de la alimentación adquirimos los nutrientes, que actuarán como material de obra para la construcción y el buen funcionamiento de nuestro organismo, y gracias a la respiración somo capaces de llevar oxígeno a todos nuestros tejidos para mantenerlos vivos y eliminar el CO2 entre otros resdiduos. ¿Pero somos realmente conscientes de la importancia de una correcta alimentación? y si lo somos ¿es nuestra alimentación correcta?

Existen tres factores, que llamaremos vértices, indispensables para un correcto funcionamiento celular, estos son; energía, organización e inteligencia celular, siendo esta última la comunicación realizada entre células a través de los neuropéptidos. El contexto social actual (estrés, problemas económicos, trabajos que impiden tener unos horarios regulados y regulables, cargas familiares) el sedentarismo (trabajos de oficina, abandono de la actividad deportiva) así como una alimentación incorrecta (desconocimiento de lso efectos nocivos de ciertos alimentos, falta de tiempo para cocinar, comidas de trabajo, uso excesivo de precocinados, uso de productos de mala calidad pero que suponen un ahorro económico) suele llevar en la mayoría de los casos a un deficiente funcionamiento celular y una descentración de su trabajo pudiendo provocar una desactivación celular (muerte de la célula) y/o una tumoración (téngase en cuenta que los tumores se originan por un trabajo incorrecto a nivel celular).

Está demostrado que muchas de las enfermedades que padecemos, sobretodo a nivel cardíaco, así como el 50% de los tumores se pueden prevenir gracias a una correcta alimentación. Sabiendo esto y en vista de que los hábitos derivados del comportamiento de la sociedad actual nos abocan a una alimentación deficiente, existe una creciente preocupación entre los profesionales sanitarios, incluidos los osteópatas, sobre el futuro de nuestra propia salud y el de las generaciones venideras, así como el gasto sanitario que esto acarreará. A los hábitos incorrectos debemos añadir que muchos de los productos que se comercializan contienen un exceso de azúcares o grasas saturadas, y que a mayor valor nutritivo del producto más se encarece su precio, puesto que las empresas fabricantes basan su beneficio en criterios económicos y no sanitarios. Me gustaría añadir que desde mi punto de vista resulta inaceptable que en centros educativos, como facultades universitarias, se puedan adquirir una gran variedad de productos hipercalóricos y de bajo valor nutritivo en máquinas expendedoras, y en cambio resulte prácticamente imposible comprar una pieza de fruta, o si existe esta posibilidad el precio de una manzana sea superior al de la bollería industrial.

Llegados a este punto y siendo conscientes que una correcta nutrición no es lo mismo que la ingesta de alimentos, (así pues se puede estar sobrealimentado y desnutrido a la vez) es donde entra en juego un nuevo concepto de nutrición, basado sobretodo en los estudios del médico y biólogo francés Jean Seignalet, enfocado a darle a la célula aquello que necesita para un correcto funcionamiento, y al que se le ha llamado nutrición celular activa (NCA).

Los puntos básicos para una correcta NCA son:

1.       1) Alimentación sana e hipotóxica.

Ø  Una alimentación tóxica, en la que se ingieren alimentos que no nutren correctamente a nivel celular o con exceso de toxinas produce un aumento de la toxicidad hepática, mermando su función y la proliferación en exceso de radicales libres. Que favorecen el envejecimiento celular.

Ø  Otro factor a tener en cuenta es que la alimentación que muchas personas consideran sana está actualmente en entredicho por la comunidad científica, citaremos dos ejemplos:

a. La leche: independientemente de que el ser humano es el único mamífero que consume leche siendo adulto y de que la digestión de la lactosa conlleva una adaptación consecuente, existen otros factores por los cuales la leche puede ser perjudicial para la salud:

1.       En primer lugar, la leche envasada que se consume actualmente es la suma de la leche de diferentes vacas, lo que supone una mezcla de proteínas que al llegar al intestino serán difícilmente asimilables.
2.       La leche no ecológica proviene normalmente de vacas enclaustradas, vacunadas, hormonadas y que padecen estrés. Al consumir su leche también consumimos sus hormonas, entre ellas en cortisol provocado por el estrés.
3.       El brusco cambio de temperatura que supone el proceso de pasteurización produce una pérdida de electrones, que hará que muchas moléculas sean rechazadas pudiendo romper la continuidad de la barrera intestinal.
4.       El proceso de digestión de los lácteos produce acidificación del PH, y el proceso mediante el cual nuestro organismo se alcaliniza para compensar favorece la osteoporosis entre otras cosas.
5.       Al contrario de lo que se ha repetido mucho, la supresión de los lácteos no acarrea una carencia de calcio: las leches animales tienen demasiado calcio para las necesidades humanas, nuestro intestino solo absorbe una pequeña cantidad de ese calcio, y legumbres, leguminosas, ensaladas y frutas también pueden aportar el calcio necesario.

b.Pan

1.       El 80% del trigo de España es transgénico, y recientes estudios demuestran que los transgénico producen 5 veces más tumores en roedores que los no transgénicos.
2.       La composición proteica del trigo es más peligrosa para nuestro organismo que la de otros cereales más antiguos, como la espelta o el arroz salvaje.
3.       El pan, así como el resto de harinas refinadas, pasta etc.. tiene un alto índice glucémico, lo que provoca un rápido aumento de azúcar en sangre que debe ser compensado por el páncreas, que segrega insulina en exceso produciendo un descenso del azúcar. Estos dos picos “subidón” y “bajón” de azúcar puede alterar el equilibrio hepato-pancreático. Por otra parte la bajada de azúcar produce sensación de cansancio y una falsa sensación de hambre que nos induce a volver a consumir azúcar entrando así en un círculo vicioso.
4.       Anteriormente el pan era más tolerado por las variantes locales de trigo utilizadas y por el uso de levadura madre. Las levaduras que se usan en la actualidad suelen ser de origen químico y pueden ser reconocidas como antígenos por la flora bacteriana intestinal.

2.       2) Detoxificación hepática. Evitar un exceso de toxinas en el hígado, gracias a una alimentación sana con productos preferentemente ecológicos, evitando el consumo de drogras, de fármacos (a excepción de aquellas ocasiones en las que sean realmente necesarios) y el tabaco, entro otras cosas.

3.      3) Neutralización de radicales libres.

Ø   El estrés es uno de los principales factores que provocan radicales libres, la reacción de radicales libres es en cadena y provoca envejecimiento celular. Los antioxidantes como la uva negra ayudan a neutralizar los radicales libres.

4.       4) una correcta higiene intestinal.

Ø  Es necesario mantener un buen estado la flora bacteriana intestinal e ir al baño almenos 2 veces al día, una precaria higiene intestinal provoca una alteración del PH y por tanto un desequilibrio ácido-base, así como la penetración de toxinas y patógenos en el riego sanguíneo.

5.       5) Equilibrio ácido-báse. El PH de la sangre suele situarse sobre 7,42 cuando el PH baja, y la sangre se acidifica, se desencadena una serie de procesos de compensación que pueden mermar el correcto funcionamiento celular.

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