Pero donde la osteopatía aporta la máxima eficacia en el tratamiento del deportista es en la prevención. La mecánica postural hace que cada persona tenga determinados puntos "débiles" que sufrirán excesivamente durante la práctica deportiva, además cada disciplina deportiva tiene lesiones "propias"; pubalgias en futbolistas, epicondilitis en tenistas, etc. Si se indetifica de forma precoz cuales son las adaptaciones y compensaciones biomecánicas del deportista, y se conoce cuales son las lesiones "propias" del deporte que practica, el tratamiento evitará su aparición y adaptará el cuerpo del deportista para mejorar el rendimiento deportivo.
Lo que el osteópata aporta en el equipo multidisciplinar (preparador físico, entrenador, fisioterapeuta, médico deportivo) al deportista, profesional o aficionado, es vital para conseguir el mejor rendimiento, y de esta manera poder disfrutar de la práctica deportiva para que el deporte resulte terapéutico y no lesional. Por este motivo un gran número de deportista de alto nivel reciben tratamiento de osteopatía, poniendo como ejemplo la selección española de fútbol, algunos tenistas famosos o clubes de fútbol americano.
Muchas personas realizan actividad física de manera regular; van a correr, hacen pilates o fitness en el gimnasio. Aunque la práctica sea "amateur" puden correr más riesgos que los deportistas de élite porque no están tan controlados, no se tienen los conocimientos teóricos necesarios para una preparación física adecuada o no se conocen los estiramientos más adecuados. En estos casos es importante que antes de empezar a practicar una nueva actividad física, como aficionado, se consulte al osteópata y se sigan sus consejos.
En mi experiencia personal tengo la suerte de tratar a muchos pacientes que practican deporte como profesionales o aficionados, ya que a menudo son derivados de medicina del deporte, por tanto puedo afirmar que la osteopatía aporta soluciones en la mayoría de los casos.