Fran Cobos - Osteopatia

Osteópata especilizado en el tratamiento del dolor orofacial y mandibular.
Tarragona
Barcelona

lunes, 16 de abril de 2012

El latigazo cervical o whiplash. ¿Por qué sudece? ¿cómo lo podemos tratar?


El whiplash o latigazo cervical es una de las patologías más frecuentes en los accidentes de tráfico y una de las más frecuentes también en una consulta de osteopatía, consiste en un “latigazo corporal” en el cual el organismo sufre una implicación súbita de energía en un espacio de tiempo tan corto que no es capaz de absorber. Aunque, a veces sólo se tenga en cuenta su repercusión en el raquis cervical el latigazo cervical tendrá una repercusión global sobre la totalidad del cuerpo.

Un ejemplo de whiplash podría ser un impacto posterior en un accidente de tráfico, en el que el vehículo que recibe el impacto está parado. En  este tipo de choques el impacto que recibe el cuerpo se podría dividir en dos fases, en una primera fase el cuerpo responde a la inercia en sentido contrario al del choque, es decir, en extensión, habrá un segunda fase en que las fuerzas reaccionales provocarán una aceleración hacia el sentido del choque produciendo una flexión.
  • Primera fase: se producirá una hiperextensión en el sentido contrario al del choque, el cuerpo impactará contra el respaldo fijando el raquis dorsal y el tórax, por lo que en la mayoría de los casos y debido a la poca contención del reposacabezas el raquis cervical se verá mayormente implicado, sobretodo a nivel de la charnela (cambio de cervicales a dorsales, donde a veces aparece una "chepita"). Durante esta fase el sacro se desplazará hacia atrás y arriba, las fascias, el tejido ligamentoso y la duramadre, que són unas estructuras con un amplio poder de amortiguación, no podrán absorber el impacto
  • Segunda fase: se producirá el movimiento contrario, una hiperflexión que será contenida por el cinturón de seguridad.
    • A nivel cervical la acción del cinturón aumentará la implicación se los segmentos C6-C7 y D1-D2, serán susceptibles de lesión todas las estructuras ligamentosas del raquis cervical, así como la arteria vertebral (la que lleva la sangre al cráneo), lo cual pude producir dolor. C5 suele ser una de las vértebras más castigadas, pudiendo haber afectación incluso sobre el disco.
    • A nivel dorsal la contención del cinturón puede ser responsable de lesiones intercostales y esternocondrales. Así como lesiones a nivel del hombro izquierdo.
    • En esta fase el sacro se anteriorizará fijándose en los iliacos, su base baja lesionándose en extensión (flexión craneal), el occipital se compactará contra el temporal, quedándose el occipital proyectado en extensión (flexión respiratoria). Habrá una evidente repercusión sobre la esfenobasilar. Puede haber también interiorización de los cóndilos mandibulares. Debido a esto el movimiento MRP se verá alterado.
    • Habrá también alteración de los diafragmas.
¿Qué siente el paciente?

  • Los síntomas suelen aparecer trascurridas 12 ó 24 horas, aunque hay otros síntomas que aparecen a medio o largo plazo.
  • Habrá un dolor intenso a nivel cervical que impedirá su funcionalidad.
  • Vértigos, mareos, visión borrosa, náuseas y/o acúfenos (pitidos en los oídos) producidos por lesiones craneales o irritación del simpático (sistema nervioso autónomo) a nivel cervical.
  • Cefaleas.
  • Dolor interescapular y/o dorsal.
  • Dolor lumbar.
  • Otros; dispepsias, hernias de hiato, hernias discales, trastornos oculomotores, trastornos del comportamiento, depresión ,etc...
¿Qué tendremos en cuenta los osteópatas?

  • El whiplash tendrá una afectación global por lo que se deberán tener en cuenta todas las estructuras del cuerpo, no obstante estudiaremos con mayor detalle: raquis cervical y dorsal alto, charnela cervicotorácica, sacro e iliacos, occipital, temporal, sínfisis esfenobasilar, MEMBRANAS DE TENSIÓN RECÍPROCA Y MENINGES y diafragmas.
  • A nivel neurológico habrá una probable afectación sobre los pares craneales, sobretodo los que atraviesan la tienda del cerebelo ya que se suele encontrar desplazada, IX, X, XI, (especial atención sobre el vago por sus repercusiones sobre el sistema nervioso autónomo). Probable afectación o atrapamiento sobre el nervio de arnold (que daría dolor en cuero cabelludo) a nivel suboccipital y sobre el resto de nervios espinales cervicales, sobretodo el frénico (que nos ayuda a respirar). Evaluaremos también el ciático (disfunciones sacras).
  • A nivel fluídico podremos especial atención sobre la arteria vertebral y la meníngea, que pueden dar compresión intracraneal, evaluaremos el estado del agujero rasgado posterior teniendo en cuenta que no haya compromiso de la salida de la sangre venosa del cráneo. Si el diafragma se ha visto alterado habrá afectación fluídica de las extremidades inferiores también.

Exploración y tratamiento.

Haremos una exploración general de la postura, exploraremos con más detenimiento las zonas que nos llamen más la atención, haremos más incidencia en el raquis cervical, zona suboccipital etc..., exploraremos también los diafragmas y sobretodo haremos una exploración exhaustiva a nivel craneal, MTR, sutura occipitomastoidea, esfenobasilar, etc,...

Cada terapeuta tratará de la forma en que más cómodo se encuentre pero yo aconsejaría un tratamiento craneal para obtener mejores resultados. Drenaje senos venosos, V-spread, técnicas en lift ya que habrá un gran número de impactaciones, etc....

lunes, 2 de abril de 2012

Las membranas de tensión recíproca

Existe una versión actualizada de este artículo, accede a él aquí 

 En muchas ocasiones después de accidente de tráfico un paciente lamenta dolor cervical, sacro, vértigos, náuseas, malestar general y una serie de desagradables síntomas, con todo ello acude al osteópata y este intenta ayudarlo en su proceso de recuperación poniéndole las manos en la cabeza y realizando una serie de técnicas prácticamente imperceptibles que para sorpresa del paciente resultan ser extremadamente efectivas. La mejora experimentada no es fruto de la magia, lo es de la liberación de unas estructuras que se originan en el cráneo pero se extienden por toda la columna y que resultan dañadas tras un latigazo cervical, estas estructuras son las membranas de tensión recíproca a las que a partir de ahora llamaremos MTR.

   Las meninges son las estructuras que protegen el Sistema Nervioso Central, una de ellas la duramadre está formada por dos capas, una perióstica (que se "pega" al cráneo) y otra meníngea (que está en contacto con el resto de meninges). En algunos puntos estas dos capas se desdoblan dejando unos espacios vacíos, por donde circula la sangre, que son los senos venosos del cráneo y constituyen el sistema de drenaje venoso del cráneo. En estos desdoblamientos la capa meníngea se une a la capa meníngea del otro lado formando unos fuertes tabiques que Sutherland llamó membranas de tensión recíproca. En la siguiente imagen se ve la duramadre en azul claro, desdoblándose y dejando un espacio para el seno venoso (en azul oscuro). En la parte inferior se aprecia como las dos capas meníngeas (las más internas de la duramandre) se unen entre ellas formando un tabique que en este caso es vertical y hacia abajo.

   Las MTR están unidas entre sí tanto anatómicamente como funcionalmente pero las podemos dividir en 4 tabiques:

  1. Hoz del cerebro. Es una lámina vertical que se encuentra entre los dos hemisferios cerebrales, tiene un borde superior y otro inferior. El superior se origina en la protuberancia occipital interna, se eleva siguiendo el occipital por el centro y después la sutura metópica para finalizar en la apófisis cresta galli del etmoides. El borde inferior pasa justo por encima del cuerpo calloso y sigue hacia atrás separando los dos hemisferios cerebrales hasta anclarse en la tienda del cerebelo.
    • La hoz se desdoblará para dar los senos longitudinales superior e inferior y en su unión con la tienda del cerebelo dará el seno recto.
  2. Hoz del cerebelo. Membrana vertical que separa los dos hemisferios cerebelosos se origina en el seno recto, donde confluyen todos. Su anclaje anterior va desdoblándose en la parte anterior del foramen magno y se vuelve a unir en la parte anterior de dicho foramen, formando así los senos occipitales posteriores.
  3. Tienda del cerebelo. Es sensiblemente horizontal, ligeramente convexa y separa el cerebro del cerebelo. En su cara superior se inserta la hoz del cerebro. Presenta dos circunferencias una mayor y una menor.
    • La circunferencia mayor se ancla lateralmente y forma la corredera de los senos laterales, pasa por el ángulo post ext del los huesos apriétales y se dirige hacia el temporal para anclarse en su borde superior, a continuación se dirige a las apófisis clinoides posteriores del esfenoides donde se inserta.
    • La circunferencia menor circunscribe el foramen oval de Pachoni, tiene un borde libre sin inserciones óseas que rodea el bulbo raquídeo y se inserta en las clinoides anteriores, cruzándose así con la circunferencia mayor. En el lugar donde se cruzan pasa el nervio óptico.
  4. Tienda de la hipófisis. La duramadre tapiza la silla turca y se desdoblará formando una capa que la recubrirá. Este espacio no será cerrado porque habrá un pequeño orificio por el cual pasará el tallo hipofisiario y su interior se encontrará la hipófisis.



        A las MTR hay que añadir el manguito de la duramadre, es una prolongación de ésta que envuelve la médula espinal hasta el sacro. Sale del foramen magno, recubre la médula espinal, a continuación sigue tapizando el “filum terminale”, tapiza el interior del sacro y sale del canal raquídeo a nivel de la articulación sacrococcígea para anclarse fuertemente en las 2 primeras coccígeas. Durante este trayecto se ancla fuertemente a otras estructuras:

    -          Agujero magno.
    -          Axis.
    -          C3 sobre lig. común vert. post.
    -          L5, S1 y S2, mediante el “filum terminale”. Según Sutherland en S2 se encuentra el eje de MRP del sacro. Eje de Sutherland.
    -    Los ligamentos sacrociáticos, sacrococcígeos y sacroilíacos recubren la duramadre, además existe una prolongación fibrosa del bíceps femoral que se une a ésta.

       La principal función de estas membranas es mantener el cerebro en una misma posición y controlar, limitar y estabilizar los movimientos de los huesos del cráneo, es decir, mantener la estabilidad del sistema. Según Delaire las membranas horizontales mantienen la tensión de la base del cráneo, mientras las verticales lo hacen de la bóveda craneal. Esta tensión se mantiene y regula por el tono continuado de los músculos de la nuca y elesternocleidomastoideo, que se encunetra en la parte anterior del cuello.

       Las MTR guían, limitan y regulan el movimiento de los huesos del cráneo, además gracias a su prolongación hacia el sacro hacen que este movimiento se trasmita has allí. Las MTR son tenségricas, es decir, una tracción en un punto altera toda la unidad.

       Para conseguir que se mantenga el equilibrio de los movimientos y tensiones de las membranas éstas deben actuar a partir de un eje o punto, un fulcro, el fulcro de Sutherland. Este fulcro en un punto ficticio situado en el seno recto, donde se cruzan las hoces con la tienda del cerebelo.